La anemia es una afección por la cual la cifra de hemoglobina está disminuida en los glóbulos rojos. Estos glóbulos son los que se encargan de suministrar el oxígeno a los tejidos. Esta hemoglobina es la proteína rica en hierro que le da a la sangre el color rojo y al mismo tiempo permite a los glóbulos rojos transportar el oxígeno de los pulmones al resto del cuerpo.
Causas
Existen tres causas principales de la anemia:
- Pérdida de sangre (hemorragia).
- Falta de producción de glóbulos rojos.
- Mayor velocidad de destrucción de los glóbulos rojos.
Estas causas pueden ser consecuencia de varias enfermedades, problemas de salud o factores de otro tipo: en el caso de la pérdida de sangre, puede estar causada también por la disminución de las plaquetas o de algún factor de coagulación; la falta de producción de glóbulos rojos puede venir motivada por una enfermedad crónica o renal y, en el caso de la destrucción rápida de estos glóbulos, la causa puede ser, entre otras, una esferocitosis hereditaria, enfermedad en la cual los glóbulos rojos son demasiado frágiles debido a un problema genético en una proteína de su estructura.
Síntomas
Síntomas comunes de la anemia:
- Fatiga.
- Falta de energía.
- Debilidad.
- Dificultad al respirar.
- Mareos.
- Palpitaciones.
- Palidez.
Síntomas de la anemia severa:
- Dolor de pecho.
Signos que pueden indicar que el paciente tiene anemia:
- Cambios en el color de la piel.
- Respiración acelerada.
- Piel fría y pálida.
Tratamientos:
El tratamiento de la anemia depende del tipo, la causa y la gravedad de la enfermedad. Los tratamientos pueden consistir en cambios en la alimentación, la administración de suplementos nutricionales, medicinas o intervenciones quirúrgicas para hacer frente a la pérdida de sangre.
- Cambios en la alimentación o suplementos adicionales: aumentar el consumo de hierro (a través de alimentos como las espinacas u hortalizas similares, lentejas, garbanzos, frutos secas o cereales y pan), de vitamina B12 (presente en los huevos, carnes y pescados), de ácido fólico (gracias al pan, la pasta, las judías o los plátanos) o de vitamina C (que se encuentra en los kiwis, las fresas o el melón).
- Fármacos como antimicrobianos para tratar infecciones, hormonas para disminuir el sangrado menstrual o medicinas para evitar que el sistema inmunitario del organismo destruya sus propios glóbulos rojos.
- En los casos más graves se realizarán intervenciones como la transfusión de sangre, el trasplante de células madre de la sangre y de la medula ósea para aumentar el número de glóbulos rojos, blancos y plaquetas o, en casos extremos, la cirugía por hemorragias graves o potencialmente mortales.
Comentarios
Publicar un comentario